DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL PARLAMENTO EN LA APERTURA DEL CURSO DE UNATE
José Antonio Cagigas presidió el acto con el que se ha dado apertura al año académico de la Universidad Nacional de Aulas de la Tercera Edad. Junto a él particaparon en el acto la consejera de Presidencia, Leticia Díaz, el alcalde de Santander, Iñigo de la Serna, así como el propio presidente de UNATE, Modesto Chato.
ACTO APERTURA CURSO ACADÉMICO 2011/12
UNATE (UNIVERSIDAD NACIONAL AULAS TERCERA EDAD)
- Sr. Alcalde de Santander (Iñigo de la Serna),
- Sra. Consejera de Presidencia y Justicia (Leticia Díaz),
- Sra. Directora Gral. de UU. e Investigación (Marta Guijarro),
- Sr. Vicerrector de Estudiantes de la UC (Emilio Eguía),
- Sr. Presidente de UNATE (Modesto Chato de los Bueys)
- Sra. Secretaria General de UNATE (Mª Antonia Arrieta)
- Sres. Nuevos Socios Honoríficos de UNATE, Santiago Ruiz de la Riva y Antonio Pellón Fernández
- Sr. Ponente, Ramón Emilio Mandado Gutiérrez, Enhorabuena por su brillante lección inaugural
- Sras y Sres.
Como Presidente del Parlamento de Cantabria constituye para mí un verdadero honor participar en este Acto de Apertura del Curso Académico 2011/12 de la Universidad Nacional Aulas de la Tercera Edad (UNATE), institución que es referente en el ámbito educativo y cultural de las personas mayores, no sólo en su sede de Santander, sino también en sus Extensiones Culturales repartidas por toda la geografía de Cantabria. Pero también es para mí una satisfacción personal.
Procedo del mundo de la educación y siempre he considerado que favorecer el aprendizaje y la formación a lo largo de toda la vida supone una prioridad de política educativa en nuestra Comunidad, en nuestro país y en el mundo entero. Todos coincidimos en que la educación es un derecho fundamental, que no debe estar sujeto a privilegios de clases o grupos sociales, y que tampoco debe ser exclusivo de una determinada edad.
Constituye un derecho universal y vitalicio, a lo largo de toda la vida. La propia UNESCO encomienda a los distintos países que deben establecer las medidas necesarias para garantizar dicho derecho. Y no puede ser de otra forma, pues el desarrollo de una sociedad depende de que sus ciudadanos puedan acceder en todo momento a los conocimientos y las capacidades que les permitan adaptarse a los rápidos cambios científicos, tecnológicos y culturales que constantemente se están produciendo en las sociedades avanzadas.
Así pues, y en este contexto, en la formación a lo largo de toda la vida, reside la clave para la mejora de la calidad de vida de las personas y para el desarrollo social y económico de un país. La educación permanente y a lo largo de toda la vida comporta además la triple dimensión de:
- Dotar a las personas mayores de las capacidades de la sociedad del conocimiento y formarlas en la innovación tecnológica propia de dicha sociedad;
- Otorgar mayor autonomía a todas las personas adultas para llevar a cabo su proyecto vital y desarrollo personal y
- Favorecer la consecución de una ciudadanía más activa que fomente la participación de las personas mayores en las asociaciones sociales, políticas y culturales.
Esta nueva cultura del aprendizaje a lo largo de toda la vida implica y compromete, pues, no sólo a los Centros oficiales de enseñanza sino a toda la sociedad. Es aquí donde instituciones y asociaciones culturales como UNATE, que antaño se concebían más como asistenciales que como educativas, pasan a constituirse ahora en verdaderos organismos facilitadores de aprendizaje.
Sus planes y diseños docentes serán por fuerza distintos a los de los currículos de las enseñanzas formales de los Centros oficiales, pero justamente por eso, sus itinerarios, metodologías y estilos de aprendizaje se adaptarán mejor a las necesidades de las personas mayores y no justamente al revés. Se apuesta, pues, por un sistema no formal de enseñanza que resulta más flexible y adaptable a lo que las personas mayores requieren.
Pero, además, UNATE ha pasado de la retórica de los grandes principios y declaraciones al desarrollo y a la acción. Quedan ya muy lejos – 33 años atrás – sus heroicos inicios, con una matrícula de 158 alumnos, un solo centro en Santander y apenas seis horas lectivas a la semana.
A lo largo de su ya dilatada historia, y con decisiones en su día valientes, ha sabido salir a la región, llevando su labor educativa, a través de sus 13 Extensiones Culturales, a lo largo de toda Cantabria. Por otro lado, ha ido abandonando progresivamente la vía asistencial para centrarse en el de la educación y la cultura. UNATE se ha hecho consciente del valor e importancia de la formación a lo largo de toda la vida, a la que me vengo refiriendo, para mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
Hemos llegado, pues, a la espléndida realidad que en la actualidad es UNATE, con sus más de 5.000 alumnos matriculados en este curso, un 30% más que en el pasado año académico. Con un amplísimo programa de talleres, cursos, seminarios y actividades diversas, incluidos en las cinco grandes áreas de Acción Cultural, Estudio e investigación, Salud y mantenimiento físico, Acción social y Convivencia y dinámica social.
Y en todas las áreas con novedades e innovaciones año tras año, que reflejan su espíritu de renovación permanente y su adaptación a la diversidad de los alumnos y a las nuevas realidades. Felicitaciones, pues, y enhorabuena a su Presidente Modesto Chato, verdadero espíritu impulsor y vivificador de UNATE, y a toda su Junta de gobierno.
Habéis conseguido que UNATE sea un auténtico espacio de conocimiento y de formación integral de las personas mayores de Cantabria y la habéis convertido en un referente, a nivel nacional e internacional, en el ámbito de la educación a lo largo de toda la vida.
En nombre del Parlamento, que representa a toda la ciudadanía de Cantabria, dejo pues constancia en este acto de la permanente deuda de reconocimiento y gratitud que tenemos adquirida con UNATE. Muchas gracias.